Eres un macabro
te ríes de los acentos todos
y no graficas más que con silencio
tu eterna indiferencia.
Eres un terrible
te burlas de mis caras todas
y miras a través del vidrio sin yo saber
tu sempiterna perversidad.
Eres un abyecto
te mofas de mis ajadas letras todas
y las lees con admiración y terror
tu perpetua latencia.
¡Mira cómo me tienes!
bañada en sangres
hundida en preguntas
sumida en la más profunda tristeza.